La política exterior es compleja, y solo conocemos una pequeña parte de lo que se cuece internamente dentro de los gobiernos y de lo que traman los gobiernos entre sí. Con nuestro voto avalamos un programa electoral, pero también una determinada forma de hacer política, también política exterior, conforme a la máxima lealtad a unos valores ideológicos determinados.
Es imposible, por ejemplo, que los Estados se encierren en sí mismos y renieguen de la relación con países que incumplen derech